Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Junto a las exposiciones, un programa de actividades públicas diversas ampliaba la oportunidad para conocer las novedades del pensamiento científico. En la propuesta de Glusberg, la articulación entre el pensamiento teórico y la práctica artística era central para el cambio social.
En el contexto cultural de la dictadura militar del Gral. Juan Carlos Onganía, el CAYC surgió como un área de la Fundación de Investigación Interdisciplinaria, espacio que reunió a un grupo de profesores disidentes de la Facultad de Arquitectura y Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires tras la intervención militar en la institución conocida como “La Noche de los Bastones Largos”, en junio de 1966.
En sus primeros años, el Centro organizó actividades con intelectuales que permitieron la circulación de ideas de distintas disciplinas (filosofía analítica, la lógica matemática, los problemas epistemológicos, psicología, la semiótica y la lingüística) que habían sido excluidas de los ámbitos oficiales.
Este interés se vio reflejado en la creación de la EAE (Escuela de Altos Estudios) en enero de 1973 (GT-201; doc. no. 1478752). Si bien ya se habían realizado diversos encuentros de esta índole, algunos de ellos en vínculo con la SADAF (Sociedad Argentina de Análisis Filosófico), con la aparición de la EAE se formalizó un espacio de circulación de ideas incentivadas con la participación de académicos e intelectuales.
La participación de Agustín Merello en el CAYC comenzó en los inicios de la EAE, siendo parte del Comité de investigaciones y de exposiciones (GT- 210; doc. no. 1478194, GT-249; doc. no. 1478795). En este contexto, ofreció seminarios donde promovía el modelo de la “prospectiva”, a la que definía como “la anticipación científica del futuro como guía para la acción”.
Este documento presenta un texto sobre dicho modelo. Era algo intrínseco a las estrategias de difusión de las actividades de la EAE iniciadas en mayo de ese año. El modelo de la prospectiva le dio al CAYC un marco sociopolítico operando contra la dependencia; se juzgaba que los destinos de Argentina y de América Latina “no deben más ser dictados de "arriba hacia abajo" sino suscitados desde el Pueblo —expresado por sus ingeniosos—hacia los gobiernos que deberán ser algún día de utilidad para todos. La única manera de llegar al futuro es llegar antes”.
Con esta propuesta, el Centro se orientaba hacia la interdisciplina difundiendo, así, posibilidades ofrecidas por las nuevas teorías sociales para la actividad artística. En particular aquellas que respaldaban el programa de actividades del CAYC y la creación de una poética propia, la cual diera identidad a la institución.