Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Junto a las exposiciones, un programa de actividades públicas diversas ampliaba la oportunidad para conocer las novedades del arte y el pensamiento científico. En la propuesta de Glusberg, la articulación entre el pensamiento teórico y la práctica artística era central para el cambio social.
En noviembre de 1971, a pocos meses de inaugurada la exposición Arte de Sistemas I en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (GT-54; doc. no. 1476292), donde Glusberg buscó identificar producciones locales con internacionales, ambas ligadas al arte conceptual, se produjo el evento mencionado. Encuentro entre un grupo de artistas ligados al CAYC con el director teatral polaco Jerzy Grotowski (1933–99), fundador del “teatro pobre”.
Según comentó Glusberg en “El grupo CAYC”, Del pop art a la nueva imagen, (Buenos Aires: Ediciones Gaglione, p.130), dicho encuentro bastó para impulsar la creación del Grupo de los Trece. Posteriormente hubo reuniones donde se discutieron los objetivos y métodos en torno al colectivo que articularon: Jacques Bedel, Luis [Fernando] Benedit, Gregorio Dujovny, Carlos Ginzburg, Víctor Grippo, Jorge González Mir, Vicente Marotta, Luis Pazos, Alberto Pellegrini, Alfredo Portillos, Juan Carlos Romero, Julio Teich y el propio Glusberg. En esta gacetilla, se lista su formación original que tuvo una vigencia breve. Horacio Zabala y Clorindo Testa, pasarían a formar parte del grupo tiempo después. Con su nombre, “Los Trece”, la agrupación rendía tributo al pequeño teatro-laboratorio en Opole donde Grotowski elaboró su teoría dramática: el objetivo del Teatro de las 13 Filas era generar el acto creativo a partir de recursos “mínimos” que, paradójicamente enriquecían la idea de libertad como último recurso del acto creador.
Basado en el cuerpo y en la voz de los actores y una escena “vacía”, el “teatro pobre” establecía nexos directos con prácticas performáticas, una de las tendencias experimentales que Glusberg promovió e introdujo en la escena local. El Grupo de los Trece realizó su primera exhibición en Hacia un perfil del Arte Latinoamericano en la III Bienal Coltejer, Medellín, Colombia (GT-125; doc. no. 1476409). La mención del auspicio de la revista Fotovisión a este encuentro con Grotowski, ilustra las estrategias de colaboración entre disciplinas pro arte comprometido con el contexto social bajo un gobierno autoritario.