Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Junto a las exposiciones, un programa de actividades públicas diversas ampliaba la oportunidad para conocer las novedades del pensamiento científico. En la propuesta de Glusberg, la articulación entre el pensamiento teórico y la práctica artística era central para el cambio social.
En el contexto cultural de la dictadura militar del Gral. Juan Carlos Onganía, el CAYC surgió como un área de la Fundación de Investigación Interdisciplinaria, espacio que reunió a un grupo de profesores disidentes de la Facultad de Arquitectura y Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires tras la intervención militar en la institución conocida como “La Noche de los Bastones Largos”, en junio de 1966.
En sus primeros años, el Centro organizó actividades con intelectuales de distintas disciplinas que habían sido relegadas en la enseñanza superior tras la intervención militar. Tras CAYC al Aire Libre o Arte e Ideología, Buenos Aires, experiencia propuesta en la Plaza Roberto Arlt, (septiembre de 1972), Glusberg impulsa otra reflexión sobre arte conceptual y cultura popular vistas desde una perspectiva sociológica.
Este documento invita a participar del seminario “Para una sociología de las vanguardias artísticas” a cargo de Néstor García Canclini (n. 1939) en noviembre de 1972. El profesor y antropólogo argentino fue el introductor en el país del pensamiento del teórico francés Pierre Bourdieu (1930-2002).
Las reflexiones de Canclini en los setenta apostaban por una inserción de las prácticas de vanguardia en el terreno de las luchas sociales; se invitaba a los artistas politizados a salir del contexto artístico para convertir “las obras en ensayos o detonantes de un hecho político” (García Canclini, N. (1972). “El artista en la ciudad. Para un replanteo político de la función de las vanguardias artísticas”. En Revista de la Universidad, n° 24, pp. 349-371.). El objetivo del texto radica en pensar el desafío de cuestionarse lo esencial: ¿Cómo podría producirse un arte a ser inscrito en la vida cotidiana de las clases populares y a integrarse efectivamente al proceso de liberación?
El problema central que observaba al dictar el seminario (abonado) era cómo lograr la transferencia de una “subversión ocasional” a la efectiva participación orgánica de los artistas en movimientos que pretendían cambios en la sociedad. Tal actividad, junto a una entrevista con Glusberg, fueron el insumo para el texto Vanguardias artísticas y cultura popular (Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1973). Con esta propuesta, el Centro procuraba divulgar las posibilidades ofrecidas por nuevas teorías sociales para la actividad artística; en particular, aquellas que respaldaban el programa de actividades del CAYC y la creación de una poética propia, institucional, de identidad para la región.