Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Durante la década del setenta, Glusberg trazó una red de colaboración con instituciones sudamericanas e internacionales involucradas con prácticas experimentales, las cuales compartían programas similares para incentivar la producción y exhibición de propuestas conceptuales en un circuito contemporáneo formado por nuevos espacios y centros culturales.
Muriel Olesen (1948–2020) fue una figura clave de la escena experimental en su país, Suiza. Formó parte de Ecart, un grupo de artistas, contando con espacio independiente y una editorial fundada en 1969 en Ginebra. El grupo Ecart se consolidó rápidamente como uno de los lugares de referencia en Europa dedicado a la organización de exposiciones, la publicación de libros de artistas, convirtiéndose en punto de encuentro para una red internacional de artistas en los campos de performance, videoarte y arte correo. El propósito de su programa y de los proyectos que impulsó estuvieron en sintonía con los del CAYC, tanto en su carácter experimental como en el énfasis en crear instancias de circulación e intercambio. En colaboración con Gérald Minkoff (1937–2009), Olesen desarrolló un trabajo conjunto utilizando la fotografía y el cine; la música, el ritmo y el humor predominan en sus piezas de video. Tras participar en los Encuentros Internacional Abierto de Video (GT-S/N; doc. no. pendiente, GT-606; doc. no. 1477317) realizados en Italia (Ferrara, 1975) y en Bélgica (Amberes, 1976), durante 1977 el CAYC envía gacetillas difundiendo las obras de Olesen (GT-776; doc. no. 1477439).
En esta gacetilla se presenta una fotografía de una video-instalación de la artista donde, mordazmente, se reflexiona sobre tecnología y poder. Desde sus primeros trabajos, Olesen busca establecer la relación entre la apariencia de un objeto, su significado y aquello por lo que se lo designa. En su afán por revelar aquello que la mirada no percibe inmediatamente, rastrea diferencias entre la realidad y su reflejo. Lo hace tanto a través de la proyección de sombras como de la visualización de la voz valiéndose de códigos cromáticos.