Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Durante la década del setenta, Glusberg trazó una red de colaboración con instituciones tanto sudamericanas como internacionales referentes de las prácticas experimentales entonces en pleno apogeo. Entidades con las cuales compartió programas similares procurando incentivar la producción y exhibición de propuestas conceptuales, en un contexto sociopolítico latinoamericano marcado por la violencia dictatorial y golpes de Estado. El MAC-USP (Museu de Arte Contemporânea da Universidade de São Paulo), entonces bajo la dirección del curador e historiador del arte Walter Zanini (1925-2013) fue una de ellas. Glusberg y Zanini contribuyeron a consolidar la expansión de “un territorio dialógico transnacional”, organizando diferentes iniciativas tales como el intercambio de artistas de la región y extranjeros, vía exposiciones y coloquios. (Luiza Mader Paladino, “Intercâmbios internacionais”, Caiana, 2016).
La muestra individual de Regina Silveira (n. 1939) en Buenos Aires fue una de estas iniciativas. Trátase de una figura central en la escena experimental de São Paulo, durante la década del setenta asolada en Brasil por una dictadura militar que duró 21 años (1964-85). A partir de entonces, su producción tomó un rasgo irónico-político, apoyada en los nuevos medios de producción y circulación de imágenes. Regina refuerza su bagaje teórico por medio de años de enseñanza de artes plásticas en la FAAP (Fundação Armando Álvares Penteado), en São Paulo; además de su convivencia cotidiana con su compañero Julio Plaza [ver GT-525 (doc. no. 1476852)].
En esta gacetilla, se reproduce una obra de esa época donde su enfoque de la gráfica desde el conceptualismo es revelada irónicamente hasta en sus datos de contacto: la artista recurre aquí a imágenes de los medios de comunicación masiva —así como a los marcos teóricos que los sustentan— para intervenirlas gráficamente con distintos recursos (laberintos, cajas o divisiones) procurando producir desplazamientos de sentido en cuyo trasfondo hay ahogo, extravío, control y aislamiento. En su producción recurre a una gran diversidad de medios proponiendo una reflexión sobre la política de las imágenes y el medio gráfico en sí.