Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
La exposición Arte de Sistemas en Latinoamérica circuló entre 1974 y 1976 por distintas ciudades europeas mostrándose un panorama de las recientes producciones regionales, ajustadas al “arte de sistemas” propuesto por Glusberg.
A modo de promoción de la segunda edición de esta exposición en el Palais des Beaux-Arts de Bruselas, fotografías de las salas muestran obras de Arnoldo Ramírez Amaya (Guatemala), Rubens Gerschman (Brasil), Antonio Trotta (Italia), además de los argentinos Edgardo Antonio Vigo, Jaime Davidovich, Ricardo Roux, Jorge González Mir y Alfredo Portillos. En el caso de la obra de este último se ve, en la foto (abajo a la derecha), instrucciones del artista para su instalación ya que no estuvo presente en Bruselas.
En el prólogo del catálogo de esta versión en Amberes [ver GT-356 (doc. no. 1476508)], Glusberg señala definiciones anteriores suyas de “arte de sistemas” para explicar el giro que fue tomando su propuesta. Plantea la necesidad de definir modelos de producción que respondan a la situación social de Latinoamérica, defendiendo un arte que refleje una práctica de acción política.
Debe destacarse que la muestra Arte de Sistemas en Latinoamérica consolidó el arte de sistemas como tendencia que vino a identificar al CAYC, colocándolo como referente institucional de la visibilidad y proyección de los conceptualismos latinoamericanos.