Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
La exposición Arte de Sistemas en Latinoamérica circuló entre 1974 y 1976 por distintas ciudades europeas mostrándose un panorama de las recientes producciones regionales, ajustadas entonces al “arte de sistemas” propuesto por Glusberg.
A modo de promoción de la segunda edición de esta exposición en el Palais des Beaux-Arts de Bruselas se listan artistas argentinos e internacionales participantes. En el prólogo del catálogo de la versión de Amberes [ver GT-356 (doc. no. 1476508)], Glusberg explica las características distintivas de su propuesta. En la primera muestra Arte de sistemas (1971), presentada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Glusberg define “arte de sistemas” a modo de práctica artística vinculada a la comprensión de los sistemas y procesos que ordenan la experiencia del mundo contemporáneo. Tal delimitación nominal se mantiene próxima a la de “systems esthetics” acuñada en 1968 por el crítico estadounidense Jack Burnham. Por varios factores que fueron surgiendo en la Argentina, el término pasó a agrupar vertientes bastantes disímiles: el arte como idea (o conceptual), arte ecológico, arte pobre (Arte Povera), arte cibernético, arte de propuestas y el arte abiertamente político —énfasis local alimentado por regímenes autoritarios y golpes militares en Sudamérica.
Debe destacarse que la muestra Arte de Sistemas en Latinoamérica consolidó el arte de sistemas como tendencia que vino a identificar al CAYC, colocándolo como referente institucional de la visibilidad y proyección de los conceptualismos latinoamericanos.