Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Arte en cambio fue una exhibición del Grupo de los Trece en las salas del CAYC. El listado informa la incorporación oficial al colectivo de Horacio Zabala. El título de la muestra fue propuesto por él pensando en un enfoque amplio de la libertad, la cual escaseaba en aquella época de sucesivos Golpes de Estado y autoritarismo militar. Zabala se refiere a la libertad de cada artista para cambiar el enfoque de su obra, sin permanecer atado a reiterar lo ya hecho y repetirse a sí mismo. Participa del evento Edgardo Antonio Vigo (1928-97), quien nunca formó parte del Grupo de los Trece; no obstante, fue frecuentemente invitado. [Ver GT-39 (doc. no. 1476286 y GT-49 (doc. no. 1476289)].
El texto firmado por Glusberg que presenta la muestra [GT-239 (doc. no. 1476434)] parte de un análisis semiológico. Si bien describe al arte como “sistema de comunicación”, el énfasis no incide en el aspecto procesual, sino en los códigos compartidos para que tal intercambio sígnico suceda, así como los nexos y efectos que se generan, tanto para el comportamiento humano como para las relaciones de dominación que lo condicionan. Esta idea del arte como modelo del cambio social —muy presente en esta etapa de actividades y propuestas del CAYC— tiene como trasfondo un período turbulento de la vida política en la Argentina. Con el llamado a elecciones generales de marzo de 1973 se interrumpía la dictadura militar que había tomado el poder desde 1966 con Golpes sucesivos (Onganía, Levingston y Lanusse). A mediados de ese año, el retorno del voto democrático, el ascenso de Héctor J. Cámpora a la Presidencia de la Nación y el regreso del exilio al país de Juan Domingo Perón crearon un clima de optimismo. Todo ello convivía con una escalada de violencia en la lucha entre diversos sectores del panorama político y grupos armados que se consolidaban.