Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Osvaldo Romberg (1938-2019) había empezado a exhibir sus propuestas al inicio de los sesenta, llegando a participar en la célebre Experiencias 69 en el Instituto Torcuato Di Tella. En agosto de ese año, fue incluido en Arte y Cibernética, exhibición inaugural del CAYC en la Galería Bonino (Buenos Aires). A partir de 1970 Romberg despliega su aproximación conceptual al paisaje y, en noviembre de 1972, expone sus “paisajes conceptuales” en el CAYC. En el catálogo que presenta la muestra se señala “el artista desarrolla en sus obras una observación reflexiva sobre el paisaje tucumano, una observación sociológica y directa a través de una recreación expresiva de imágenes que representan lo que él entiende será la fisonomía cultural de una sociedad futura”. (CAYC, Romberg, Buenos Aires, 1972).
Por medio de una clasificación tipológica y morfológica, el artista propone su propia reorganización del espacio. Elementos de la plástica (como la línea y el color) se combinan con otros elementos objetivos, geométricos, de análisis, tales como cuadrículas y escalas que los contienen. No obstante, en esta aparente clasificación racional, se esconden otras relaciones que resignifican la información contenida en la imagen. Estos paisajes son antiguas ruinas prehispánicas, situadas en la provincia de Tucumán, que aunque olvidadas, a juicio de Romberg actúan como un sustrato presente. En la recuperación de estas zonas arqueológicas, el artista señala lugares e imagina recorridos proponiendo repensar, desde otras raíces, los cimientos regionales para construir una identidad cultural y social.