Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Oriundo de la Argentina y radicado en Nueva York, Leandro Katz (n. 1938) es un artista clave en las prácticas conceptuales latinoamericanas. Además de escritor, es un realizador conocido por sus películas e instalaciones fotográficas, las cuales abordan temas de la historia del continente siendo que se entrecruzan en sus obras la investigación histórica, la antropología y las artes visuales. Tras viajar por distintas ciudades latinoamericanas, se estableció en los Estados Unidos donde produjo obras basadas en el lenguaje. Según argumenta, el proyecto denominado “Las 21 columnas del lenguaje”, surgió de la lectura de Elementos de semiología (1964) en el cual Roland Barthes concibe el lenguaje a modo de construcción arquitectónica.
Valiéndose de rollos escritos a máquina, instalaciones de columnas de palabras sobre monumentos o acciones en los mismos, Katz fue instalando sus “columnas” en distintas ciudades del continente. En Buenos Aires, la acción propuesta consistió en colocarse frente al Obelisco, el artista sosteniendo un cartel con la inscripción: “Se vende”. En aquella época, se trataba de una crítica al sistema del arte y basada en la expresión popular de la capitalina “te vendieron el obelisco”, aludiéndose a engaño o a estafa. De esa manera, Katz trabaja en un cruce creativo entre el estudio académico del lenguaje y sus usos sociológicos, según lo plantea el propio Barthes. El monumento —situado en la intersección de las avenidas principales de la urbe (9 de Julio y Corrientes)— fue construido en 1936 por el arquitecto modernista Alberto Prebisch; desde entonces es punto focal de reunión, celebraciones y manifestaciones populares.