Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Tanto Tsuyoshi Yayanagi (n. 1933) como Kosuke Kimura (n. 1936) formaron parte de la representación nacional japonesa en la XI Bienal de São Paulo, inaugurada a principios de septiembre de 1971. Para el evento brasileño, el curador Tadao Ogura seleccionó artistas jóvenes en las áreas de pintura, grabado y escultura.
Pocos días después, ambos visitaron Buenos Aires para la apertura de su muestra en la sede del CAYC; sus obras resultaban de interés para los objetivos del Centro en tanto experimentaban con las posibilidades expresivas del desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicadas a nuevas técnicas de grabado e impresión. Kimura combinó técnicas fotográficas y serigrafía para crear collages con una poética influenciada por los medios de comunicación y la publicidad, área en la que el artista también se desempeñó. Representó a su país en la muestra itinerante sobre Arte Contemporáneo Japonés; descolla, desde 1968, con la 2ª Bienal del Grabado en Inglaterra donde lo galardonaron con el Memorial Prize y, posteriormente en Bienal Internacional del Grabado en Ljublijana (Eslovenia). Yayanagi, a su vez, utilizaba la serigrafía para componer obras con una poética pop que, sin embargo, presentan cierta afinidad con el antiguo grabado tradicional ukiyo-e; desde muy joven, se mudó a la ciudad de São Paulo, donde consiguió una muestra individual en el MAM-SP (Museu de Arte Moderna); a mediados de los sesenta fue becario en París para estudiar los métodos de impresión desarrollados en el taller de S. W. Hayter. Al paso del tiempo, sus obras jamás abandonaron el toque pop.
[Para mayor información al respecto, ver GT-77 (doc. no. 1476306) y GT-78 (doc. no. 1476275)].