Desde sus inicios, el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) liderado por el gestor, artista y empresario Jorge Glusberg se propuso como un espacio interdisciplinario que pudiera generar un movimiento de arte experimental. Para ello, la conformación de redes de colaboración entre artistas y críticos locales e internacionales fue fundamental. Las exposiciones hicieron visibles esos intercambios, en los que la presentación de panoramas de tendencias o artistas individuales era una oportunidad para conocer las novedades del arte contemporáneo internacional; o bien de dar a conocer artistas argentinos y latinoamericanos en la escena mundial.
Henri Cartier-Bresson (1908–2004) es sin duda uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX. Tras formarse como pintor junto a André Lhote en Montparnasse, y de frecuentar los círculos surrealistas parisinos, a los 23 años decide dedicarse a la fotografía. Pionero del fotorreportaje —incluso por el uso temprano de la película de 35mm—, populariza la idea de que la cámara fotográfica permite capturar el momento decisivo de una acción, acontecimiento o incluso, del carácter de un personaje. En 1947 se convierte en miembro fundador de Magnum Photos, la cooperativa internacional con oficinas en París, Londres, Nueva York y Tokio.
Fue gracias al norteamericano John Szarkowski (1925–2007) —quien operó a lo largo de su vida como fotógrafo, curador, historiador y crítico del arte— que la exposición llegó a Buenos Aires. Ejerció la dirección del Departamento de Fotografía del MoMA de 1962 a 1991; su producción de catálogos es notable.
La muestra realizada en el CAYC con fotografías de la colección del MoMA neoyorquino da cuenta del intercambio existente entre ambas instituciones y establece una continuidad. Anteriormente, el académico y teórico del arte Jorge Romero Brest había entablado vínculos a principios de los sesenta con el Programa de Promoción del Arte Moderno en Latinoamérica, proyecto conducido por el International Council del MoMA.