1958 es el año en que Brasil se destaca a nivel internacional tras haber obtenido la Copa Jules Rimet de futbol en Suecia. El diseño de la portada de esta séptima versión da cuenta de la fuerza que proyecta el concretismo en el ámbito nacional y, en este caso específico, estatal. La muestra inaugura el 6 de junio de 1958, en el mismo local de las versiones anteriores del Salão. Debido al fallecimiento del pintor Lasar Segall (1889-1957), el evento le hace un “homenaje póstumo” y expone dos de sus obras: Bananal y Naturaleza muerta; lo mismo sucede con José Pancetti (1903-58), cuyo tributo ilustra un autorretrato y un paisaje de Campos do Jordão. En ambos casos se añade una breve biografía artística.
Artistas conocidos como Danilo di Prete, Jacques Douchez, Mário Zanini, Nelson Leirner, Manabu Mabe y artistas nipo-brasileños (los Fukuda, Fukushima, Yayanagui, Ohtake) reinciden en el evento. En el caso de los más jóvenes, Antônio Henrique Amaral presenta tres grabados y Marcelo Grassmann un litograbado. En arquitectura destacan los equipos de Luis Anhaia Mello (una residencia) y de Mayumi Watanabe (Colonia de vacaciones en Ilhabela). Por otra parte, Judith Lauand y Arnaldo Ferrari (ambos con construcciones); Hércules Barsotti y Lothar Charoux con sus dibujos (del último, su Serie Cuadrados), tales son los integrantes de la Colección Adolpho Leirner que se incluyeron en esta versión.
Detalle de interés es la participación del precursor del conceptualismo argentino durante la década siguiente, Alberto Greco (1931-65) —con dirección en la rua 7 de Abril s/n, donde funcionaba el MAM (Museu de Arte Moderna de São Paulo)—, y el cual postula dos pinturas informalistas. En el área de dibujo, Greco presenta una obra tachista.