El proyecto de declaración pública mecanografiado y firmado, hace referencia a compromisos asumidos por la Unión de Artistas Plásticos de Uruguay en 1935; sobre todo en el sentido de gestionar concursos oficiales con representación de los artistas en sus jurados. El interés de este documento radica, en primer lugar, en ser probatorio de la existencia de una UAP (Unión de Artistas Plásticos) creada en momentos en que el gobierno implantaba, a su vez, la Comisión Nacional de Bellas Artes (1936) y convocaba al Primer Salón para el año siguiente. En segundo lugar, identifica a los artistas que se solidarizaron (desde el inicio) con la idea de organizar un Salón Independiente. Entre ellos, hubo la presencia del escultor Bernabé Michelena y sus discípulos (Alberto Savio y Juan Martín), así como la presencia de los pintores Carlos Prevosti, Alfredo De Simone, y del xilógrafo Leandro Castellanos Balparda. En tercer lugar el documento insinúa la existencia de grupos dubitativos en cuanto a presentarse al Salón Oficial por el hecho de estar subvencionados por el Estado. Tal era el caso, por ejemplo, de la AAC (Asociación de Arte Constructivo) creada por Joaquín Torres García, la cual recibía subsidio ministerial y rendía informe anual de actividades. A último momento sin embargo, la AAC estuvo representada en el Salón de los Independientes celebrado en el Ateneo de Montevideo (1937).