La ensayista y activista de larga trayectoria, además de docente de psicología y estética, Sofía Arzarello (1897-1984) se refiere a la prolífica obra del historiador de arte Elie Faure (1873–1937) quien, treinta años antes publicó su ensayo “Formes et forces” (1907). En 1936, Arzarello fue cofundadora de AIAPE (Agrupación de Intelectuales, Artistas, Periodistas, Escritores), y miembro de la Comisión de Prensa de dicha institución. En la década de los treinta, fue columnista de numerosas publicaciones culturales y activista política en apoyo a la República Española durante la Guerra Civil (1936–1939). El artículo fue publicado seis meses antes de la muerte del médico e historiador de arte como reconocimiento a su influencia teórica; sobre todo, debido a su perfil político como militante antifascista. Durante las décadas de los veinte y los treinta, Faure marcó su influencia en artistas y críticos de arte en el Uruguay; entre ellos, Eduardo Dieste, Cipriano Vitureira y José Cúneo. Los dos primeros mencionan a Faure, citando sus textos, puesto que tendía a observar formas artísticas, comprendiéndolas a través de sus diferencias y analogías, como si mantuvieran una organicidad solidaria, abarcadora de lugares y tiempos dispares. Para Faure la expansión del espíritu crítico constituía una necesidad vital; en el Uruguay esto vino a reforzar tendencias hacia un “criollismo culto” aportando nuevas miradas antropológicas sobre las analogías formales estudiadas en las obras de arte.