Este breve escrito de la crítico y curadora venezolana Lourdes Blanco (nac. 1941) está presente en la publicación que acompañó a la primera muestra de la obra ambiental Reticulárea de la artista venezolana de origen alemán Gego (Gertrud Goldschmidt, 1912–1994) que se llevó a cabo en el Museo de Bellas Artes de Caracas durante los meses de junio y julio del año 1969. El folleto fue editado por la Galería Conkright, Caracas, centro que representaba comercialmente a Gego en esa época.
Este texto es la primera descripción de la pieza Reticulárea, la cual significa para muchos la obra más importante dentro de la trayectoria artística de Gego y la que ciertamente señala una transformación radical en la estética desarrollada hasta ese entonces por ella, marcando el comienzo de una nueva etapa. Lourdes Blanco había sido testigo cercano durante el proceso de creación de la obra, nacida a partir de una pequeña malla colgante en el Museo de Bellas Artes hasta transformarse durante el proceso de montaje en una pieza ambiental de grandes proporciones, para una sala específica dentro del museo, desde la cual fue exhibida al público. La dimensión “cálculo y espontaneidad” concebida por Blanco será una de las ideas más recurrentes con la que a partir de entonces será considerado el proceso creativo de Gego. Posteriormente en ese mismo año, la pieza viaja a Nueva York donde fue exhibida dentro de una carpa en la exposición New Paintings and Sculpture. Juan Downey, Agustín Fernández, Gego, and Gabriel Morera [Nueva Pintura y Escultura Latinoamericana] en el Center for Inter-American Relations, para lo cual Blanco amplía el texto producido en este catálogo.
La Reticulárea fue montada y desmontada en Caracas en diversas oportunidades. Actualmente es parte de la Colección de la Galería de Arte Nacional, en donde ocupa una sala permanente.