La pertinencia de este documento se enfoca en varios sentidos. Por una parte, Walter Engel (1908−2005) reflexiona sobre personalidades como la de Alejandro Obregón (1920−92) al citarlo como ejemplo para los jóvenes; sobre todo, por no sucumbir, en su momento, a los comentarios implacables de la crítica y continuar con su ímpetu artístico. Asimismo, el artículo evidencia, inusualmente, la relación de la pintura abstracta de algunos artistas colombianos con el surrealismo; influencia que, en el campo del arte local, tuvo escasa incidencia.
En 1961, año en que Manzur realiza esta exposición, es invitado por la OEA para hacer una exposición en su sala de la Union Panamericana en Washington D.C., además de recibir la Beca Guggenheim (1961−62) para realizar investigaciones sobre sus propios experimentos visuales. En 1963, Manzur participa en la exposición Arte de América y España en Madrid, Barcelona y otras ciudades. En 1964, recibe otra beca de la OEA para trabajar directamente en el Pratt Graphic Art Center de Nueva York.
Walter Engel se vio obligado a emigrar a Colombia, en 1938, debido a la anexión de Austria dentro de la Alemania nazi como una provincia del III Reich (Anschluß). Se estableció en Bogotá como industrial y comerciante, donde diseñó en forma frecuente las exhibiciones de arte locales, pudiendo hacer un seguimiento de las diferentes expresiones artísticas en su momento. Fue colaborador del periódico El Liberal y de las revistas Revista de América, Proa, Sábado, Vida, Panorama, Cromos, Índice Cultural y Boletín Cultural y Bibliográfico. En 1965 abandonó finalmente el país, radicándose en Toronto (Canadá), donde fundó, en 1968, la Walter Engel Gallery, escribiendo artículos para la revista Art Magazine.