Roberto Pizano (1896-1930) participa directamente de la escena artística española gracias a sus estudios en la Academia de San Fernando de Madrid. Este texto es parte de una serie de artículos dedicados a la pintura española y difundidos por el pintor y crítico de arte en publicaciones seriadas colombianas. Escribió, por ejemplo, sobre Ignacio Zuloaga (1870-1845) haciendo una semblanza similar a la del presente artículo. Otro pintor español que mereció su lectura crítica fue Cecilio (1) Pla (1860-1934), profesor de estética en la Academia madrileña donde había estudiado. En otro texto suyo, Pizano comparó la obra del artista colombiano Coriolano Leudo (1886-1957) con la de Ignacio Zuloaga.
Joaquín Sorolla (1863-1923) incorpora la herencia emanada de la Generación del ‘98. Los tipos, costumbres y paisajes regionales fueron referentes principales de su pintura y actúan como vindicadores de una identidad nacional en decadencia, después de la desaparición definitiva del Imperio español. En Colombia, la referencia capital del arte académico fue siempre el arte español; manteniéndose, así, al margen de tendencias contemporáneas tanto del arte francés como de las vanguardias artísticas.
Por otra parte, Sorolla es uno de los más importantes exponentes del luminismo, influyendo, de forma fundamental, en la obra de Pizano por el hecho de haber sido su maestro en España. En la pintura de Pizano predominan la luz y la vigencia de la forma; más aún, en sus ideas prevalece la búsqueda de un arte propio que valora paisaje e identidades vernáculas.