El crítico de arte venezolano Roberto Guevara (1932–98) analiza la obra de la artista plástica venezolana Corina Briceño (n. 1943) con motivo de la exposición Óleos y dibujos realizada en la Galería Minotauro en 1983.Con lenguaje poético, aunque concreto y certero, el autor describe las características formales y conceptuales del trabajo. De las primeras, resalta la simbiosis constante gestada entre los contornos humanos y los de la naturaleza, fusión que logra por medio de la propia línea del dibujo y transparencias sutiles; de las segundas, Guevara destaca el interés de la artista en la exploración de su realidad natural, cotidiana y familiar. Ambos aspectos, descritos por Guevara, constituyen una guía de las características de la obra de Briceño durante lo que se ha señalado como sus dos primeros períodos de producción pictórica: el primero desde la segunda mitad de la década de los setenta y el segundo iniciado en los años ochenta.
Las preocupaciones y el estilo de Briceño se mantendrán a lo largo de su trabajo hasta la actualidad, aunque los medios con los que experimente varíen, ya sea el grabado o bien la escultura. En ese sentido, el análisis de Guevara es fundamental para entender la obra de Corina Briceño por tratarse de una de las primeras referencias (descriptivas y analíticas) de su obra.