Para 1987, la escultora venezolana Gaudí Esté (n. 1947) presenta en Caracas su tercera muestra individual, iniciando nueva etapa en su producción escultórica. Este ensayo de la curadora María Elena Ramos (n. 1947) introduce al público esta nueva propuesta. Cinco años han pasado desde su primera exposición individual, y las similitudes con la obra de Marisol [Escobar] —que Roberto Guevara reconoce en su texto “Para iniciar la ceremonia”, (Caracas: Galería Minotauro, 1982) [archivo digital ICAA (doc. no. 1162839)]— han sido superadas. En su ensayo, Ramos ofrece valiosa información no sólo en lo relativo a su vida o a su obra, sino sobre el núcleo más profundo de su nuevo discurso plástico y estético; esto es, el texto se centra en transmutaciones y transiciones de las formas (con toda la simbología y significados semánticos que eso conlleva). Tangencialmente, Ramos aborda el tema de las manifestaciones del “poder” (algo derivado de la simbología presente en sus esculturas), un tema predominante de futuras series y exposiciones. Para Ramos, la nueva propuesta de Esté interesa porque sus figuras han evolucionado, desde una colectivización casi anónima (de formas poco talladas) a la individualización de las figuras, profusamente detalladas. Si se inicia una nueva etapa que rompe con todo lo anterior, Ramos evita hacer cualquier periodización o división por etapas.