En 1996 la artista plástica venezolana Diana López (n.1968) participó en el programa de residencia de artistas que ofrece cada año PS1 Institute of Contemporary Art de Nueva York. El resultado de su participación es una muestra colectiva anual. Dada la importancia internacional que tiene este programa de arte contemporáneo, el curador de arte Jesús Fuenmayor ensalza la aportación de López en PS1 con un texto señalador de las características principales del trabajo.
López participó con la obra Las fotos de Frankling, realizadas en 1995. Se trata de una serie de fotografías en blanco y negro realizadas por una tercera persona, un niño, que, bajo la dirección de la artista, capturó su entorno. Esta “obras por encargo” proponen el concepto de “inclusión” en el proceso creativo y permitiendo reducir el control que se ejerce sobre el trabajo.
En el texto de Fuenmayor son mencionadas tanto obras en video, como pinturas y performances significativos que marcan ya la línea conceptual del trabajo de López. Las ideas relacionadas con procesos artísticos, y así como los señalados anteriormente son recurrentes a lo largo de sus diferentes obras y ésto deja entrever la constancia mantenida dentro de su desarrollo artístico. En este sentido, la reflexión de Fuenmayor brinda un panorama general del trabajo de López y nos permite vislumbrar tanto sus inquietudes como motivaciones principales.
Vale destacar que este texto antecede al texto de la exposición Esto no es un martillo, muestra individual de López en la Sala Mendoza al año siguiente (Caracas, 1997).