El crítico y dibujante Juan Calzadilla (n. 1931), autor del presente ensayo sobre Maruja Rolando (1923–70), fue el principal promotor del movimiento informalista en Venezuela. Este texto, elaborado diez años después del fallecimiento de la artista, coincide con la exposición de su obra gráfica en el TAGA (Taller de Artistas Gráficos Asociados, 1980). Calzadilla estudia de manera retrospectiva toda su trayectoria y producción, pese a enfocar principalmente su labor dentro del grabado. Por otra parte, reconoce sus méritos como una importante exponente de la vanguardia informalista en el país y destacada participante en las reconocidas muestras de esta tendencia; entre ellas, el Salón Espacios Vivientes (Palacio Municipal de Maracaibo, 1960). Sin dejar de reconocer la importancia que tuvo el informalismo en ella, Calzadilla considera esta tendencia como una simple etapa dentro de su propuesta, que evolucionó de una manera lógica. Percibe, además, que en su obra operó un cambio notable (a partir de 1962) cuando comenzó a abandonar el automatismo de la estética gestual de “lo informal”, considerando que nunca llegó a ser una “informalista ortodoxa”, como es el caso de José María Cruxent, a pesar de las similitudes que haya entre ambas propuestas. Con diferentes cambios en cuanto a forma y contenido, el texto se publicó posteriormente en el catálogo Exposición homenaje a Maruja Rolando (Caracas: Museo de Arte de La Rinconada, 1984) presentada cuatro años más tarde.