Esta entrevista del curador y crítico venezolano Ariel Jiménez fue realizada en 1995, en el marco de la exposición presentada por Harry Abend (n. 1937) en la Sala Mendoza. A lo largo de todo el texto, queda patente la cercanía (percibida antes por Roberto Guevara, como el propio artista señala) entre sus obras actuales y las de los años sesenta. Por ello, Jiménez se dedica a analizar su obra actual y cotejarla con la de esa década. A su vez, el escultor venezolano de origen polaco considera que le es difícil ubicarse en alguna tendencia del arte contemporáneo; no obstante, Jiménez —al igual que otros autores que le anteceden (Roberto Guevara, 1985; Miguel Arroyo, 1962)— encuentra paralelismos entre la obra de Abend y la de Francisco Narváez; en esencia, por conseguir la simplicidad en la presencia matérica. A pesar de que la racionalidad ha sido un factor determinante en la obra de Abend, en la entrevista se descubren diversos acontecimientos coyunturales que, anecdóticamente, han definido el cariz de determinadas creaciones. Según lo expresado en la entrevista, se descubre que en sus trabajos hay una constante evolución y cada uno es consecuencia directa del anterior. Hay algunos aspectos que permanecen inmutables, como la manera de organizar los volúmenes, a la vez que se percibe la presencia de un nuevo elemento: el color negro. En resumen, es un texto muy franco que sirve para conocer la opinión de Abend sobre su obra, así como todos los mecanismos utilizados de que se vale; a pesar de ello, la entrevista no aporta mucho al conocimiento general habido, al enfocarse más bien en su obra más reciente.