Este ensayo del reconocido museólogo y crítico Miguel Arroyo (1920–2004) en torno a la obra del artista venezolano de origen español Gabriel Morera (n. 1933) pertenece al catálogo de la muestra colectiva Confrontación 68; la cual, junto a Morera, reúne a diversos artistas de variadas tendencias tales como Régulo Pérez, Nedo [Mion Ferrario], Manuel Mérida y Domingo Álvarez. Cada texto referente a un artista ha sido escrito por una personalidad de la crítica de arte en Venezuela; correspondió al entonces director del Museo de Bellas Artes, Miguel Arroyo, la redacción del de Morera. Inclusive, Arroyo fue quien solicitó las obras específicas de Morera a exhibirse en esta muestra. Considera que, pese a ser decididamente abstracto, su estilo se acerca a la tradición de la pintura literaria y anecdótica. Sin ocultar su fascinación por la obra de Morera confiesa que radica en que haya conjugado dos corrientes disímiles: figuración y abstracción. Es más, aplicando los principios del cinetismo a la pintura, crea un nuevo estilo basado en la yuxtaposición de imágenes visuales y escritas; aquello que el propio autor denomina “cinetismo figurativo”, a pesar de las contradicciones que el término pueda acarrear. Arroyo remarca la importancia de las obras seleccionadas, ya que, con una de ellas, Mother always told me, Morera ganó ese mismo año el Premio Armando Reverón en el XXIX Salón Oficial de Arte Venezolano de 1968. Lo valioso del texto radica en el que se examinan a profundidad significados estéticos y semánticos presentes en la creación de Morera.