Iris Peruga, la museóloga y curadora venezolana de origen español, logra compendiar, de modo notable, la obra de Gabriel Morera (n. 1933) con motivo de su primera muestra antológica en 1996, presentada en el Museo de Bellas Artes de Caracas. Es un trabajo de investigación muy completo, con un aparato crítico sustentado con citas de diversos autores conocedores de la obra de Morera (tales como Perán Erminy, Roberto Guevara, Juan Calzadilla, Miguel Arroyo y María Elena Ramos), además de diversos textos de catálogos correspondientes a muestras individuales de Morera (escritos por Mara Comerlati, Rodolfo Izaguirre, Christiane Dimitriades y Fedra Spotmos). Peruga consigue condensar, reseñándolo en su texto, casi todo el material relevante escrito hasta la fecha sobre su obra. Todos estos recursos dan sólido respaldo a la investigación y constituyen la base para la periodización de la obra del artista venezolano de origen español. A pesar de que la exposición comprende obras a partir del año 1960, Peruga se ocupa también de su primera etapa europea (1956?60). Para poder entender el proceso de la obra de Morera, Peruga la divide cronológicamente en cuatro etapas y cada una de ellas se subdivide según los diferentes estilos y series de su producción. Así, la etapa de 1956 a 1960 comprende la serie de Cabezas Filosóficas y su experiencia informalista; la de 1960 a 1963 oscila entre su “recalada” en el grupo venezolano El Techo de la Ballena y sus Pinturas blancas; ya la etapa norteamericana de 1963 a 1976 se desglosa, a su vez, entre Los eclipses; Primeras cajas; Cajas grandes; Los Orthos; y La etapa negra; y, por último, la otra etapa venezolana que va desde 1975 hasta la fecha de la exposición, la cual comprende Pintura con aerógrafo; Cajas y retablos; Cultivos de cera para zapatos celestiales y otros mitos; Turumo; La densa transparencia del vidrio y Armarios de astrólogo y otras cajas. A todo esto, habría una etapa adicional, denominada por Peruga de “vuelta a la pintura”, que escapa a la periodización cronológica, debido a que, sin llegar a ser un oficio marginal, abarca la carrera entera de Morera.