En 1975, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas organizó la exposición Arte de video, la primera muestra de video-arte en Venezuela, reuniendo artistas internacionales, individuales y colectivos, representativos del nuevo género; Stephen Beck, Nam June Paik, Charlotte Moorman, Bill Etra, Juan Downey y Allan Kaprow, entre muchos otros. Margarita D'Amico, autora del texto que presenta el catálogo, representó a Venezuela, al tiempo que coordinaba junto a José Ignacio Cadavieso la realización de la muestra, originalmente bajo la curaduría de Gerd Stern y Douglas Davis. El texto, tanto como la exposición, constituye una declaración acerca de un territorio nuevo dentro de la experiencia artística. Casi en el tono de un manifiesto, D'Amico anuncia que el arte electrónico materializa la fusión entre arte y vida, a través de sus amplias posibilidades tanto de difusión como de manipulación. Del mismo modo, el texto concreta las nuevas experiencias ligadas a los procesos creativos y de recepción: allí donde el registro de una acción deviene en obra, desplazando así categorías tradicionales” “obra original”, así como de “documentación visual”. Otro aspecto relevante es la revisión de los antecedentes técnicos del video-arte; esto permite apreciar la rapidez del tránsito entre avance tecnológico y su aplicación a la experiencia estética. La realización en Caracas de esta muestra fue, sin duda, un hito en lo que se refiere a los antecedentes del video-arte, la video-escultura y el arte digital en el país, y cuyos primeros exponentes comenzaron inmediatamente después de esta experiencia.