El historiador Roldán Esteva-Grillet revisa aquí el contexto en que vivió Rafael Monasterios, describiendo su proceso formativo e influencias recibidas, así como sus vínculos con la generación pictórica del Círculo de Bellas Arte (Caracas). El crítico sondea las dificultades económicas que afectaban a los artistas de la época, inscribiendo al pintor venezolano en esta precaria situación. De igual manera, penetra en su temática general y rescata su obra ilustrativa, considerada por la crítica —a diferencia de sus paisajes—como obra “marginal”.

El texto del historiador Roldán Esteva-Grillet (n. 1946) bosqueja un perfil de Rafael Monasterios (1884–1961), a partir de referencias de otros críticos y escritores en Venezuela: Leoncio Martínez, Fernando Paz Castillo, Augusto Germán Orihuela, Alfredo Boulton, Rómulo Gallegos, los cuales le permiten al autor ubicarlo en el contexto histórico y cultural correspondiente. Señala que “Monasterios andaba con su época” y subraya de ese modo matices del nuevo costumbrismo redescubierto por escritores y pintores que le fueron contemporáneos. Esteva-Grillet se vale de fuentes relevantes (publicaciones periódicas del momento) para las que el pintor venezolano  hizo ilustraciones o dibujos publicitarios. Otro aporte del documento es que ofrece perspectivas poco conocidas de su obra: tanto su trabajo paralelo al artístico (dibujos publicitarios y pintura mural decorativa) que lo sustentaban económicamente, como su obra menos conocida y de muy escasa relevancia para la crítica, la que no se ocupa del paisaje sino de la figura y/o del tema costumbrista. Hay una referencia histórica sobre el aporte al arte venezolano de don Pedro Monasterios Herice —padre del artista y reputado calígrafo— mencionado por Esteva-Grillet por la exposición de un “Album” que el clero de la Región de Occidente dedica al Libertador Simón Bolívar en 1883.

[Para otro texto crítico del autor sobre Rafael Monasterios, véase en el archivo digital ICAA: “Desde el terruño, un nuevo paisaje” (doc. no. 1162439)].