La noción de “tejido como urdimbre” propiamente dicha —según lo ha hecho notar Iris Peruga— no será practicada por Gego sino en los últimos años de su vida, cuando realiza sus pequeñas obras tejidas con tiras de papel, las llamadas Tejeduras. Sin embargo, su presencia, de forma nunca antes vista en las artes venezolanas, se manifiesta desde 1969 en Reticulárea; tanto es así que, en 1973, Mildred Constantine (1913–2008) y Jack Lenor Larsen (nac. 1927), incluyen a la artista plástica venezolana de origen alemán Gego (Gertrud Goldschmidt, 1912–94), con el breve texto y una imagen de Reticulárea, entonces instalada por ella en el Museo de Bellas Artes de Caracas, en su libro Beyond Craft: The Art of Fabric, libro de gran importancia sobre el movimiento de arte del tejido en fibra. Se trata de un estudio exhaustivo del movimiento de los artistas del ramo textil surgidos desde los años sesenta, especialmente en Europa, Estados Unidos e incluyendo a algunos latinoamericanos, tales como Magdalena Abakanowicz, Sheila Hicks, Aurelia Muñoz, Lenore Tawney, Olga Amaral y Debra Rapoport, entre muchos otros. Los autores presentan a Gego como el polo opuesto en cuanto actitud y estética a Rapoport, diseñadora y artista plástica neoyorkina que utiliza tanto fibras como textiles, aunque también objetos de uso cotidiano y materiales de desecho; ya sea para hacer obras de arte, piezas u objetos para el hogar, o bien para el diseño de ropa y accesorios. Rapoport viste sus obras en su cuerpo —convirtiendo su cuerpo en arte. Habrá que destacarse que sus piezas son extravagantes y barrocas.