El texto “Armando Barrios” vertebra la muestra retrospectiva del mismo nombre; en él, el crítico de arte venezolano Roberto Guevara (1932–98) deja entrever que la obra del pintor —a pesar de sus logros compositivos y coloristas— resulta ser incuestionablemente decorativa. Guevara encuentra en la producción pictórica de Armando Barrios (1920–99), expuesta en su conjunto en la GAN (Galería de Arte Nacional) entre diciembre de 1977 y febrero de 1978, algo que destacar: una cierta unidad de estilo a lo largo de su trayectoria. Sin embargo, el crítico detecta, en sus últimas producciones, un cierto estancamiento y un agotamiento tras haber asumido una fórmula repetitiva basada en “una tradición” que le ha dado al pintor reconocimiento en el medio. El texto fue incluido, posteriormente, en el libro del autor Ver todos los días. Por otra parte, esta retrospectiva es la más completa que se le haya dedicado al creador; la exposición se basa en la localización de más de ochocientas pinturas, además de 52 bocetos, lo que realza el carácter de la muestra acompañada por un catálogo profusamente ilustrado (con fotografías en blanco y negro) de todas las piezas expuestas. Sin embargo, el problema que surge implica una escala que poco ayuda para el despliegue de juicios críticos: lo reducido del formato dificulta su visualización.
Dicho sea de paso, el texto de Guevara se suma al concierto de voces que reseñaron esta magna exhibición; por ende, sus comentarios constituyen otro punto de vista acerca de la evolución del trabajo de Barrios, proclive a ser glosado halagadoramente por buena parte de la crítica de aquel momento en Venezuela.
Para otro texto sobre la obra de Armando Barrios, consúltese de Víctor Guédez el texto “Lo permanente / La pintura y la música” [doc. no. 1158033].