José Ignacio Roca describe la obra Cimientos de Miler Lagos para la revista internacional Art on Paper que cubre exclusivamente obra sobre papel. Su primera observación es que, en la obra de Lagos, los materiales contradicen sus propiedades intrínsecas siendo Cimientos el más claro ejemplo. A continuación explica como Lagos llegó a esa obra accidentalmente cuando trabajaba en unas esculturas de concreto basadas en las célebres máquinas de guerra de Leonardo da Vinci. Las esculturas debían estar separadas por una resma de papel que él cortaría con pulidora. Al ejecutar esta acción notó como la resma de papel expelía el olor a madera quemada mientras adquiría el distintivo color de la misma: las propiedades del material original se mantuvieron. Para Cimientos, Lagos esculpió una resma de 6 mil hojas, todas impresas con grabados del artista alemán, Alberto Durero. El resultado es una forma comparable al tronco de un árbol. En algunos casos, el espectador puede intervenir directamente arrancando las hojas de papel, según Roca, “como un gesto de democratización del conocimiento”. Posteriormente, Lagos tuvo la oportunidad de visitar la casa del mencionado artista del siglo XVI, hoy museo, en la ciudad Nüremberg. Allí descubrió que, por motivos de conservación, los grabados expuestos no eran originales sino reproducciones. A partir de dicho dato, Lagos dejó que el viento desprendiera las hojas de uno de sus troncos en un acto simbólico que homenajeaba a Durero.

Este artículo fue publicado por la revista internacional y bimestral Art On Paper especializada en obra sobre papel y con énfasis en gráfica. Para la edición noviembre/diciembre 2007 fue invitado el crítico y curador colombiano José Ignacio Roca (n. 1962) a escribir sobre un artista cuya obra pudiera ser incluida en el marco de la cuarta encuesta anual sobre gráfica (“The Fourth Annual New Prints Review”). En este momento, Roca ya ejercía la dirección artística del festival internacional de la trienal gráfica de Filadelfia “Philagrafika” después de haber estado a cargo de la Unidad de Artes del Banco de la República de Colombia, durante más de una década.

La primera vez que José Roca tuvo contacto con la obra de Miler Lagos (n. 1973) fue en la exposición Still Life/Naturaleza Muerta (presentada en la Biblioteca Luis Ángel Arango en 2003). Roca invitó a un colectivo integrado por los artistas Camilo Martínez, Ricardo León, Angélica Jaramillo, Angélica Rincón y Miler Lagos a participar en la muestra. En 2008, Roca curó la exposición Nuevas Floras en la Galería Nara Roesler, São Paulo, una colectiva de artistas trabajando en torno a la naturaleza y en la que Lagos fue incluido. Simultáneamente, fue invitado por Roca a participar en Philagrafika 2010 e igualmente en el evento Valparaíso, con co-curaduría de Jorge Diez, ese mismo año.   

En pocos años, la carrera de Miler Lagos ha despegado vertiginosamente hasta ser considerado uno de los artistas jóvenes más prometedores de la plástica colombiana y con una evidente proyección internacional. De sus trabajos es indiscutible que Cimientos ha sido el que más atención y producción escrita ha generado por la contradicción entre la forma y la referencia (detrás de la forma maciza que asemeja el tronco de un árbol, hay una obra efímera por su fragilidad). “Es como si ese le hubiera salido el espíritu por el material” dijo Miler Lagos durante una entrevista para el periódico colombiano El Nuevo Siglo.