Esta reseña, firmada por C.C. (Diario de Caracas, 29 de marzo de 1981) es una de las varias publicadas con motivo del primer montaje permanente, en 1981, de la Reticulárea ambiental de la artista venezolana de origen alemán Gego (Gertrud Goldschmidt, 1912–94). La obra, presentada al público por primera vez en el Museo de Bellas Artes de Caracas en 1969, ahora es montada en su sala permanente (sala 4) en el mismo edificio. Es interesante esta reseña porque da cuenta de un momento clave en la historia de los montajes de la Reticulárea. Según la noticia, el “peregrinar” de esta pieza “tan voluminosa” llevaba ya doce años y durante ese lapso la obra se había exhibido seis veces. De acuerdo a la reseña, en aquel entonces se pensaba que se habían resuelto los problemas de conservación, montaje y exhibición de tan importante obra del arte venezolano, pero, en realidad, no fue tan sencillo. En 1994, debido a filtraciones de la sala, fue nuevamente desmontada y embalada en cajas en los depósitos de la Galería de Arte Nacional (GAN), para ser montada de nuevo, tres años después (1997), en la misma sala por un equipo formado para tal fin por especialistas de la GAN. Actualmente, la sala se encuentra cerrada y la obra requiere tanto restauración como nuevo montaje. Traducido al inglés por Paulette Pagani en 2010, un fragmento de esta reseña forma parte de los documentos seleccionados para el libro bilingüe Desenredando la red. La Reticulárea de Gego. Una antología de respuestas críticas / Untangling the Web: Gego’s Reticulárea. An Anthology of Critical Response de María Elena Huizi y Ester Crespin (orgs.) —y publicado por The Museum of Fine Arts, Houston y la Fundación Gego, Caracas.