Entrevista a María Izquierdo a su paso por Lima. El autor, solo conocido bajo el pseudónimo de “Tiziano,” considera a la pintora parte de “ese núcleo de creadores que están forjando el arte mexicano con el concepto fundado y la idea precisa de estar gestando el arte universal del mañana”. Ella, a su vez, afirma que en México se da una premisa y “es que cada pintor tiene su personalidad”. Este paralelo de “renacimiento mexicano” puede dar a su época “una nueva plástica, que por ser nacional se torne internacional”. En su opinión, la importancia del movimiento radica en subrayar su independencia frente al arte europeo. América alcanzará una estética propia “[s]i los americanos tienen orgullo legítimo de su ascendiente racial, de sus raíces culturales, de su historia civil, y de sus costumbres propias”. Afirma que, al poseer un pasado grandioso como el mexicano, la pintura peruana (José Sabogal, Julia Codesido y Carmen Saco) está destinada a dar en Sudamérica altos valores estéticos. Explica el sistema de enseñanza en las Escuelas de Pintura al Aire Libre en México que refuerza la formación técnica y científica; señalando, de paso, haberse opuesto al curso de “composición” propuesto por Diego Rivera, el cual se contrapone a la absoluta libertad necesaria para la creación artística.