A finales de marzo de 1943, el influyente pintor y muralista mexicano David Alfaro Siqueiros (1896–1974) estuvo de paso en Lima como parte de una serie de visitas a diversas capitales latinoamericanas y cuyo objetivo era comprometer a sus artistas e intelectuales con la causa aliada durante la Segunda Guerra Mundial. El 22 de marzo dictó una conferencia en la ENBA (Escuela Nacional de Bellas Artes) auspiciada por el director de la institución, el pintor José Sabogal (1888–1956), fundador y líder de la escuela indigenista en el Perú. En ella, Siqueiros definió la génesis de la llamada “escuela” mexicana de pintura: conjunción entre renovación plástica y compromiso político que se vale del muralismo como cabal medio expresivo [véase en el archivo digital ICAA el artículo “De arte: se efectuó ayer la conferencia del pintor mexicano Siqueiros” (sin autor) (doc. no. 1143260)]. En este sentido, la conflagración europea constituía una ocasión para replicar la experiencia mexicana en una lucha común contra el fascismo y, en especial, la Alemania nazi. Sintomáticamente, la prensa local sólo publicó reseñas del discurso; sin embargo, la presencia carismática del mexicano tuvo impacto en el medio artístico limeño. Años después, muchas de sus apreciaciones fueron recogidas por uno de los principales opositores del indigenismo de la ENBA, el crítico Luis Fernández Prada (1917–73). Cabe mencionar que no se registraran polémicas inmediatas vinculables a esta conferencia. [Consúltense en el archivo digital ICAA otros documentos escritos por Siqueiros: su iluminador manifiesto barcelonés de 1921, “3 llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación americana” (doc. no. 801659); y como parámetro de desengaño, ya en los años sesenta, “A quienes lucharon por mi libertad con mi más profundo reconocimiento” (doc. no. 751235); entre muchos otros].