El autor del presente artículo, Ricardo Peña, es uno de los más destacados poetas de la vanguardista generación peruana de la década de treinta, a la que también pertenecieron su hermano Enrique, Martín Adán, Emilio A. Westphalen, César Moro y Carlos Oquendo de Amat. Incursionó, además, en el campo de la pintura, exponiendo en Lima, Río de Janeiro, París, Nueva York y Viña del Mar. Su filiación vanguardista le permitió el acercamiento formalista a la obra de Sabogal, a diferencia de los ejes temáticos de intereses críticos afines al indigenismo. El indigenismo pictórico tuvo auge en el Perú entre las décadas de los veinte y los cuarenta.Se inserta en un movimiento más amplio dentro de la sociedad peruana: la redefinición de la identidad nacional en función de componentes autóctonos. Si bien en determinados momentos estuvo abocado a la revaloración de “lo indígena” y de un pasado incaico, considerado glorioso, también asumió la defensa de una identidad mestiza como integración de “lo nativo” y “lo hispánico”. El principal ideólogo y líder indiscutido del indigenismo en las artes plásticas fue José Sabogal (1888-1956), para cuyo profundo sentido de “lo raigal” influyeron decisivamente las tendencias regionalistas en el arte de España (Ignacio Zuloaga [1870-1945], entre otros) y en la Argentina (Jorge Bermúdez [1883-1926], por mencionar uno); países en lo que Sabogal pasó largos años formativos. Al volver al Perú, a finales de 1918, se instaló en el Cusco, donde pintó cerca de cuarenta óleos sobre personajes y vistas de esta ciudad, luego exhibidos en Lima (1919). Tal exposición se considera como el inicio formal del indigenismo pictórico en el Perú. Su segunda muestra individual limeña fue en las salas del Casino Español (1921), y con ella consolidó su prestigio. En 1920, Sabogal se integró a la plana docente de la nueva Escuela Nacional de Bellas Artes hasta asumir su dirección (1932-43). Allí formó a un grupo de pintores que se adhieren al movimiento indigenista: Julia Codesido, Alicia Bustamante (1905-68), Teresa Carvallo (1895-1988), Enrique Camino Brent (1909-60) y Camilo Blas (1903-85). En 1937, Sabogal realizó una exposición de cuarenta y nueve lienzos en la Sociedad Filarmónica de Lima, pintados durante los últimos seis años. Incluyó en ella, por primera vez, seis obras de temática amazónica, realizadas en reciente viaje a la selva norperuana y cuya factura estaba influenciada por el “primitivismo” de Paul Gauguin. La muestra se realizó en uno de los momentos de mayor oposición al indigenismo y al liderazgo que Sabogal venía ejerciendo. Hacia mediados de la década de treinta se articuló una fuerte oposición contra esa tendencia —percibida como oficial y excluyente—, hasta la destitución, en 1943, de Sabogal de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Para los seguidores del indigenismo se trató de una disposición injusta, produciéndose un movimiento de adhesión al pintor expresado en cartas, notas periodísticas y eventos sociales.