La exposición Espacios ambientales fue una de las primeras de carácter exclusivamente instalativo realizada en Colombia. Según relata el artista Álvaro Barrios (n. 1945), la idea nació después de una visita que hizo en Italia de una la muestra llamada Lo spazio dell’immagine [El espacio de la imagen]. A su regreso, Barrios propuso a la crítica de arte Marta Traba (1923−83) la realización de una muestra basada en la intervención de los espacios. La exposición se llevó a cabo a finales de 1968 en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, ubicado en esa época en la Universidad Nacional de Colombia.
Además de contribuir a la formación de propuestas no convencionales en el arte en Colombia, mediante esta exposición se hizo evidente que el público se enfrentaba a nuevas formas de concebir, apreciar y entender la producción artística. Esto es evidente con la irrupción de dos estudiantes de la Universidad Nacional en el museo; los estudiantes destruyeron dos de las obras que allí se presentaban justificando sus actos al decir que se trataba de “arte elitista”. De manera paradójica, una de las obras afectadas fue la del obrero Celso Muñoz.
La obra de Ana Mercedes Hoyos (1942?2014) constaba de un laberinto realizado en madera y “screen”, el cual conducía a una pequeña ventana iluminada por la que entraban constantemente sobres blancos de correo aéreo. La obra de Muñoz, a su vez, consistía en una gran maqueta de la ciudad de Bogotá ubicada en el patio de esculturas del Museo. Dicho sea de paso, el premio otorgado a Hoyos en esta exposición fue el primero que recibió la artista durante su carrera.