En un principio, el texto “Umberto Giangrandi: espacios y espejos de la carrera 12”, del teórico del arte Armando Silva Téllez, se reprodujo en el catálogo Sobre el paisaje urbano: La doce. Monotipos y litografías (1979) de la Galería de Arte Diners. Esta segunda versión, corregida por el autor, se publicó en el libro-catálogo Umberto Giangrandi: Testimonio de vida (2007), editado con motivo de la retrospectiva del propio artista en el Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia. Las reflexiones de Silva sobre la subjetividad y la expresión artística indican, a su juicio, que una corriente de “artistas comprometidos” rescata el fundamento erótico de la vida; con ello van redimiéndola de “los controles a que es sometida”, como en el caso de Giangrandi. Silva señala que, al introducirse en ámbitos urbanos donde se lee “una nueva sensibilidad” social, su obra, “cuestionadora y política”, encontró en la Carrera 12 (de Bogotá) un lugar de interiores clandestinos habitado por prostitutas, “seres asediados por la autoridad”. El conjunto de obras le suscita a Silva una lectura en la que relaciona cercos, salidas y reflejos. Silva incluso nombra personajes propios de la Carrera 12, que se aprecian en los monotipos, logrando recrear el desconocido mundo marginal de cualquier ciudad. El “camaján”, la “querida” y el cliente del café son “seres expropiados de habitación” que al cruzar el umbral del encierro, la calle pasa a representar el signo de su liberación.

“Umberto Giangrandi: espacios y espejos de la carrera 12”, del teórico de arte Armando Silva Téllez (n. 1948), es uno de los textos que presenta la exposición individual Sobre el paisaje urbano (1979), serie de monotipos y litografías sobre el diario acontecer de la cuadra donde Umberto Giangrandi (n. 1942) tenía ubicado su taller de grabado. Etapa importante en la vida profesional de Giangrandi, la serie Carrera 12 emergió de la cotidianidad propia del sector de su taller; una zona en el centro de Bogotá declarada “de tolerancia”, donde, según Silva, prima la bohemia de personas marginales “tan propios de las ciudades de América Latina”. Giangrandi se percató de la vida nocturna de prostíbulos, bares y cafés que luego representaría en el espacio pictórico de monotipos creando ambientes sórdidos y dramáticos, volcados hacia la figuración expresiva.   

Umberto Giangrandi es un pintor y grabador italiano que arribó a Colombia en 1966. Al año siguiente, en Bogotá, comenzó a dictar clases de grabado en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia (1967−98) y en la Universidad de los Andes (1968−73). A su llegada al país se relacionó con Augusto Rendón (n. 1933), pues ambos habían estudiado en diferentes momentos en la Accademia di Belle Arti di San Marco (Venecia), donde recibieron enseñanzas de los profesores Margueri y Viviani, destacados artistas gráficos. Hacia 1951, el Taller de Grabado de la Universidad Nacional de Colombia fue reinaugurado por el artista Luis Ángel Rengifo (1906−86). Años después, Rendón asumiría la tarea de construir todos los talleres y organizarlos mediante una nómina de destacados grabadores: además de Rendón, Alfonso Quijano Acero (n. 1927), Alfonso Mateus (n. 1927), Rodolfo Velásquez (n. 1939) y el mismo Giangrandi. 

Desde 1966, Giangrandi expone regularmente en Colombia, habiendo participado en carpetas gráficas y varios eventos nacionales e internacionales. Ilustró carátulas de autores nacionales; creó el Taller Giangrandi en 1969 donde imprimieron sus obras reconocidos artistas colombianos como Alejandro Obregón (1920−92), Oscar Jaramillo (n. 1947), María de la Paz Jaramillo (n. 1948), entre muchos otros. Desde 1966, Giangrandi trabaja en escenografía y vestuario de teatro con Santiago García (n. 1928), director del Teatro La Candelaria. Fue director de la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB) entre 2001 y 2004. 

Armando Silva Téllez es Doctor en Literatura Comparada de la University of California. Cursó estudios de maestría en semiótica y psicoanálisis en L'École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS de París). Su producción teórica de gran impacto académico abarca temas sobre arte, los medios y la ciudad. Es autor de numerosos libros y ensayos entre los que se destacan: Graffiti: una ciudad imaginada (1988); Álbum de familia: La imagen de nosotros mismos (1999); Imaginarios urbanos: Cultura y comunicación urbana (1992) y Bogotá imaginada (2003).