La entrevista del escritor Fausto Pannesso (n. 1953) al escultor Édgar Negret (n. 1920) es uno de los documentos más completos acerca de este artista y su trabajo. La conversación entre ambos es de gran interés ya que, a partir de un recuento divertido y ameno acerca de la vida privada de Negret, se va comprendiendo poco a poco su proceder escultórico. Negret habla de su vida familiar, de la relación con su padre (reconocido militar colombiano), de sus primeros años en su pueblo natal Popayán (Valle del Cauca), y de lo que fue siempre su máxima inspiración: los prolongados viajes a Nueva York (1949–50), (1955–63); a Paris (1951–52); a Madrid y a Barcelona (1952–53), a la isla de Mallorca (1953–54), lugares donde encontró ambientes propicios, amigos y colegas que definirían directamente su desarrollo profesional.
Una gran cantidad de textos sobre Negret hablan de la importancia de sus viajes tanto a Nueva York como a París. Sin embargo, pocos mencionan su estadía en España (entre 1952 y 1954). En esta entrevista con Panesso, Negret relata acontecimientos sucedidos en su período en España, bastante importantes dentro de la carrera del artista. Habla de la importancia que cobra Mallorca en su vida como artista; a su juicio, fue allí en donde “encontró el color”. Negret menciona cómo los vivos colores de los barcos atracados en el puerto de Palma de Mallorca lo llevaron poco a poco a “enamorarse del color” y a emplearlo en sus piezas. Además del color, allí empezó a trabajar la escultura en formatos verticales, usando desperdicios de metal como tubos y parales; construyó estructuras que recuerdan carruseles, veletas, telescopios y señales de tránsito.
Fue también en España en donde Negret se encontró con el trabajo del arquitecto Antoní Gaudì (1852–1926). En la entrevista, Negret habla de las estructuras de Gaudì como “esculturas habitables”, afirmando que el sistema modular empleado por el catalán marcó definitivamente su relación con el material escultórico y con las técnicas para ensamblar sus piezas.
En 1954, Negret viaja de España a los Estados Unidos. Con la obra de Gaudì en la cabeza y en cientos de bocetos de esculturas, llega a Nueva York y se encuentra con otra gran influencia arquitectónica: el Museo Guggenheim del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright (1867–1959). En la entrevista, Negret afirma que la estructura circular en espiral ascendente del museo neoyorquino, junto con las escaleras y módulos de Gaudì, fueron dos de los elementos más valiosos para su trabajo posterior, encontrados fuera de Colombia.