Este artículo hace parte del libro publicado con ocasión de la exposición Trace (“huella”) realizada en la Gran Bretaña (1999) en la cual, además de Doris Salcedo (n. 1958), participaron Adriana Varejão (n. 1964), Maria Magdalena Campos-Pons (n. 1959), Liu, Shih-Fen (n. 1964), Nicola Constantino (n. 1964), Miroslaw Balka (n. 1958), Rivane Neuenschwander (n. 1967), Sutee Kunavichayanont (n. 1965) Luis Camnitzer (n. 1937), Vik Muniz (n. 1961), Dorothy Cross (n. 1956), Amanda Ralph, Julie Gough (n. 1956), Juan Muñoz (1953-2001), Susan Norrie (n. 1953) y Erwin Wurm (n. 1954).
El artículo ofrece un rico marco interpretativo de obras y sensibilidad contemporánea al hacer tomar conciencia sobre la diferencia entre huellas “ópticas” y “corporales”, y poner de relieve una herramienta perceptual fundamental para analizar la obra de Salcedo, la artista colombiana, además de reconocer la variedad de signos indéxicos presentes en su trabajo y en el de otros artistas del país como Oscar Muñoz (n. 1951) y Beatriz González (n. 1938). Propone una interesante interpretación de Sin título (1998), como obra de Salcedo que apela al cuerpo y produce sensación simultánea de violencia y ternura; en otras palabras, los objetos son vistos como cuerpos que conmemoran y encarnan vidas.