El artista Armando Villegas es gestor y crítico de arte (n. 1928) con estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima y en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Bogotá. Comenzó a figurar en el campo artístico colombiano a partir de 1953. A partir de entonces, desarrolló una propuesta pictórica de tendencia abstracta, que lo posicionó entre los pintores de vanguardia que, en la década de cincuenta, reformularon los valores estéticos en Colombia.
El documento referido corresponde a un texto de la autoría de Leonel Estrada (n. 1921), quien, además de artista abstracto, se ha desempeñado como gestor y crítico. Aunque el escrito haga mención de una muestra de Villegas (en la Cámara de Comercio de Medellín), está incluido en el catálogo de su exposición de pinturas en la galería Vargas Rocha & Cia. (Bogotá). El documento es pertinente porque trata sobre una serie de que define pictóricamente una transición entre su producción abstracta y su obra figurativa. En esta serie, aparece la figura humana como elemento central de la composición, una particularidad que caracteriza la obra que Villegas ha producido hasta el presente. En ésta son protagonistas los guerreros, los personajes históricos y formas de la naturaleza que se confunden con el fondo. En el documento, el autor parte de la tesis de que, junto con Fernando Botero (n. 1932) y Alejandro Obregón (1920−92), Villegas afianza la existencia de un “lenguaje latinoamericano” porque comparte su interés por las leyendas y tradiciones. En su caso, se enfoca en la iconografía precolombina y elementos del paisaje. La tesis de Estrada intenta verificar la pregunta esencialista por la existencia de elementos identitarios del arte latinoamericano. De hecho, haciendo una revisión de la producción del momento, la estrategia de apropiación de referencias al paisaje y los símbolos históricos o mitológicos es compartida por bastantes artistas, y varía de acuerdo a la forma de representación, la cual, a su vez, es mediada por grados de abstracción.