El artículo “Elarte fotográfico de Nereo. Un lente para mirar al hombre”, de Manuel Zapata Olivella (1920?2004), fue publicado en las Lecturas Dominicalesdel periódico El Tiempo en 1964. El antropólogo, médico y escritor Zapata, es uno de los principales pensadores del caribe colombiano. Su preocupación por las relaciones entre lo humano y su entorno lo llevaron a estudiar y a representar literariamente las culturas afrocolombianas. Esta visión antropológica del universo está presente en su apasionada descripción de la vida y obra del fotógrafo colombiano Nereo López (n. 1920), con quien, sin duda, Zapata se sentía identificado y con quien compartía una ética común: el humanismo. Zapata es el autor de los textos que acompañan las imágenes del libro Homenaje nacional de fotografía 1998: Nereo. La cámara trashumante, publicado bajo auspicios del Ministerio de Cultura; en ellos se destaca la mirada y la sensibilidad de Nereo para comprender y representar visualmente su propio mundo multiétnico.
No obstante, esta visión de Zapata y el mismo pensamiento esencialista —etnicista, culturalista, folclorista— que rodea la obra de Nereo, debe ser analizado críticamente por los investigadores. Las imágenes visuales que el fotógrafo-artista produce sobre la relación entre el hombre y su entorno participan de la construcción social de un conjunto de representaciones colectivas que se interpretan como naturales y esenciales a la sociedad misma. En ese sentido, cabe reconocer el uso que hace Nereo de los cánones visuales vinculados, principalmente, a la expansión del modo de ver fotográfico documental norteamericano, centrando su discurso en la belleza realista de lo humano. Esto significa que el estudio de la obra de Nereo requiere el análisis del contexto de la práctica fotográfica —lo cual incluye el proceso de formación de Nereo en Nueva York—, así como también el ámbito estético de la época, y los discursos que pesaban, esencialmente, sobre las representaciones que se construían sobre el hombre y la sociedad, principalmente en el caribe colombiano. En los textos de Zapata se hace sentir la presencia de un evangelio fotográfico.
Entre 1964 (año de la publicación del artículo) y 2010, la obra de Nereo ha adquirido un lugar significativo en la fotografía latinoamericana. El conjunto de imágenes producidas por él se constituye en uno de los archivos fotográficos que permite analizar mejor las representaciones visuales de la vida social y cultural del país. Su visión de la fotografía, como forma de expresión artística, le ha permitido abordar distintos géneros fotográficos con resultados sorprendentes; pudiendo desarrollar una relación estrecha e intensa con las transformaciones técnicas, estéticas y tecnológicas que han marcado la práctica fotográfica en los últimos cincuenta años.