La Revista de las Indias (1936−50) contaba con un suplemento dedicado a la plástica, el cual discutía, número a número, sobre la actualidad del arte nacional. Uno de los críticos connotados de Colombia que colaboró para la revista fue Walter Engel, el crítico vienés exiliado e instalado en Bogotá desde finales de los treinta. Así como Marta Traba (1923−83) fue la crítica de arte por excelencia de la revista Mito (1955−62); así como Damián Bayón (1915−95), con Juan Gustavo Cobo Borda (n. 1948) y a Juan Acha (1916−95) lo fueron de la revista Eco (1960−82); y así como Clemente Airó (1918−75) se convirtió en el principal crítico de la revista que él mismo dirigía, la revista Espiral (1944−75), Walter Engel fue una de las figuras asiduas y principales detrás de la valoración plástica de la antes mencionada Revista de las Indias.
La Revista de las Indias fue una iniciativa del Ministerio de Educación Nacional dentro del currículo del primer gobierno de la República Liberal durante la administración de Alfonso López Pumarejo (1934−38). Se trataba de un momento de escisión en la historia política de Colombia, cuyo Estado, durante décadas, estuvo en manos eminentemente conservadoras. En la revista se buscaba reivindicar lo que se denominaba entonces “cultura nacional”; un término ambiguo que unos y otros esgrimían al momento de querer definir lo propio, y que contraponía tanto lo local como lo autóctono a la “alta cultura”, identificable con a la tradición del ontos artístico, filosófico y poético europeo. En ese contexto, aparecen estos cinco artículos del crítico Walter Engel, quien comenta cinco exposiciones de temporada durante el año de 1948, acaso las más relevantes para entonces en Bogotá. Engel habla sobre las exhibiciones haciendo crítica de los artistas que las conformaban a la luz de su trayectoria general, con lo cual brinda todo un panorama amplísimo sobre la evolución artística de cada uno. Destaca, incluso, una o varias obras de las muestras referidas ya sea por su calidad intrínseca o bien por su deficiencia en algún sentido plástico, dando un concepto global sobre la obra en conjunto de cada artista. Los cinco artículos permiten no sólo darse una idea de la personalidad pictórica de los artistas, sino que recrean la agenda cultural capitalina de finales de ese año crítico.