Bajo el título de “Seropositivo, el contagio con la realidad”, fue publicado en el diario El Nuevo Siglo (20 de enero de 1994) un artículo que reseña la exhibición de la instalación Seropositivo (1994) del artista colombiano Fernando Arias en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. La instalación albergaba 9,900 plaquetas de sangre que Arias recogió de diversos hospitales. Estas fueron ensambladas a manera de azulejos de piscina, mostrando la fotografía del cuerpo desnudo de Arias sumergida e iluminada por luces de neón, en un espacio cúbico a manera de piscina. La instalación también contenía cuatro videos proyectados en pequeños agujeros del recinto y tales orificios exhibían imágenes de espermatozoides en tonos rojos y blancos; había, incluso, el audio del testimonio de un hombre (infectado con VIH) que murió dos días después de la entrevista. Seropositivo fue concebida como proyecto expositivo en función del virus, para el día mundial del VIH/SIDA, en 1992. Posteriormente —al hacerse acreedor de una de las becas de creación otorgadas por el Ministerio de Cultura (1993)—, gracias al estímulo, Arias perfeccionó la instalación para el IV Salón de Arte Joven —una muestra dentro del XXXV Salón Nacional de Artistas (1994) realizado en el Centro de Convenciones y Negocios de Bogotá (Corferias)—, donde obtuvo una de las menciones especiales otorgada por el jurado. Durante este mismo año, el artista presentó Seropositivo en la V Bienal de La Habana (Cuba), así como también en el Centre Georges Pompidou parisino.

El documento señala la obra Seropositivo (1994) de Fernando Arias (nac. 1963) como un método de humanización ante la enfermedad, acercando al público en general al padecimiento, el miedo, el dolor, el rechazo y la “pobre existencia” de quienes la sufren. La propia construcción y voz del texto, sin embargo, hace sentir el virus como un hecho lejano a la realidad de quien lo escribe. Se presenta al lector como si fuera un espectador inmune al virus, sensación contraria a la que la instalación pretendía tener al involucrar al público en una experiencia múltiple al momento de revelar los datos sobre las crecientes cifras de infección del síndrome. Simultáneamente, el documento muestra el impacto que la exposición tuvo en el público, ya sea como retrato o bien como testimonio social de los alcances de la enfermedad en aquella época; siendo evidencia de uno de los primeros ejercicios conscientes del alcance acentuadamente social que cobraría la practica plástica durante los noventa.  

Tómese en cuenta la escasa información (divulgada) sobre el virus VIH/SIDA durante los años noventa respecto a las formas de transmisión y grupos de riesgo; lo cual fue consecuencia de la conducta generalizada de la población que reservaba la enfermedad a individuos de dudosa reputación, circunscribiéndola a prostitutas u homosexuales. Sumado a esto, el bajo índice de mortalidad por la enfermedad —comparado con el atribuido a la violencia en el caso colombiano—, estimado hasta 107 veces mayor (a la fecha), hacía del síndrome un tema poco estudiado. Según cifras constatadas en los informes oficiales del Ministerio de Salud de Colombia bajo el Programa Nacional Prevención y Control ETS/VIH/SIDA(Bol. Epidemiol. Nal. de 1995), fue en el año 1981 cuando se informó del primer caso de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (AIDS) en Estados Unidos. En Colombia sólo se reporta el primer caso dos años después, en la ciudad de Cartagena (1983); y, durante ese mismo año, se divulga un par de casos más en el territorio nacional. A partir de ese momento y hasta 1994 se fueron reportando 12,455 casos confirmados de la enfermedad.   

Fernando Arias se graduó como publicista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá (1987), especializándose posteriormente en Londres en Arte y Diseño (1991). Ha recibido numerosas distinciones por su trabajo plástico, tales como la otorgada por Arts Council England? BFI Black World and Tate Modern(2005); la beca para producción Arts Council England and Live Art Development Agency y el premio Prince Claus Foundation (ambas en 2004). En Inglaterra obtuvo otros reconocimientos como la beca para las artes del Arts Council England (2004) y el premio Research & Development, Visual Arts Projects Award, London Arts (2002), entre otros. El artista colombiano actualmente vive y trabaja en Nueva York.