¡Viva el arte! fue una publicación colombiana mensual de la Cooperativa de Artes Plásticas (Cooperartes de Bogotá) que circuló entre abril de 1987 y enero de 1989; contribuyendo así a la difusión de las actividades desarrolladas por la cooperativa fundada en 1983. Dentro sus objetivos estaba fomentar la participación de los artistas en políticas culturales a nivel regional, nacional e internacional, y hacerlos partícipes en todas las decisiones que de una u otra manera afectaran a los profesionales de las artes plásticas. De esta manera, la entrevista realizada por el periodista Guillermo González Uribe (n. 1955) es significativa, pues recoge las opiniones de algunos de los artistas agremiados en la cooperativa que evidencian algunos elementos propios de la relación entre las comunidades artísticas del momento, la gestión pública y el desarrollo profesional artístico en el país, específicamente en la década de los ochenta.
González Uribe identificó tres posiciones en las respuestas de los nueve artistas consultados. En primer lugar, los artistas que se mostraron escépticos y “rabiosos” por el desinterés del Estado colombiano frente a lo artístico y cultural; una segunda opinión apuntaba a que el Estado debía limitarse a estimular el trabajo de los artistas; y, finalmente, cabía la opinión de aquellos que consideraban que el gobierno nacional debía adelantar tareas puntuales al respecto. Algunos artistas, como el valenciano radicado en Colombia Juan Antonio Roda (1921–2003), anotaron que era necesario preguntarse sobre el presupuesto nacional asignado a la cultura, ya que el Estado se había preocupado de manera parcial por el arte. Roda referencia, de modo positivo, el trabajo cultural adelantado por el Estado en países como Inglaterra. A su vez, para los artistas Luis Fernando Bernal (n. 1955) y Marta Combariza (n. 1955), el Estado colombiano debía hacer programas educativos, difusión y políticas culturales que permitieran el acceso de los artistas a la seguridad social. Asimismo, las opiniones de Trixi Allina (n. 1950), Jorge Cavelier (n. 1955) y Ana Mercedes Hoyos (n. 1942) señalan que el Estado debía impulsar el trabajo cultural, favorecer su desarrollo, hacer tanto inversión como difusión en la cultura para, así, estimular la participación de la empresa privada en la financiación de la misma.
El periodista y editor Guillermo González Uribe fue coordinador editorial del “Magazín Dominical” de El Espectador en los años ochenta; amén de director de la Revista Gaceta del Instituto Colombiano de Cultura (Colcultura), a comienzos de los noventa. Desde 1998 es el director de la revista cultural Número. Recibió el Premio Planeta de Periodismo (2002) por su trayectoria profesional y su libro Los niños de la guerra; el Premio Media (2001) de Latin American Studies Association (LASA) y la medalla al trabajo de crítica cultural en el Festival Internacional de Arte de Cali (2001).