“Los comienzos de la experimentación” es el capítulo tres del manuscrito de la investigación La experimentación en el arte colombiano del siglo XX, que las historiadoras del arte María Teresa Guerrero e Ivonne Pini realizaron en 1991. En este fragmento presentan los artistas, las obras y los eventos que significaron una ruptura para las artes visuales de Colombia, debido al empleo de materiales novedosos y económicos; asimismo, por las formas que tomaron las propuestas visuales de la época, ávidas de riesgos (sobre todo aquellas de carácter tridimensional), como lo citan las autoras. Este capítulo reflexiona sobre el arte producido en la década de los sesenta y, en su introducción, se enfatiza: “Resulta interesante observar que, en el caso colombiano y en el período que nos ocupa, fueron muy escasas las experiencias realizadas dentro de las premisas conceptuales y habrá que esperar a los setentas para que esta modalidad tenga una presencia más significativa en el arte nacional”. Los artistas que las autoras consideran determinantes y cuyos aportes experimentales gestaron el rumbo que tomaría el arte nacional en la década de los setenta fueron: Feliza Bursztyn, Maruja Suárez, Héctor Castro, Francisco Cardona, Hernando Tejada, Guillermo Wiedemann, Beatriz Daza, María Thereza Negreiros, Bernardo Salcedo, Beatriz González y Jacqueline Nova.

Como una iniciativa independiente en la historia del arte colombiano, María Teresa Guerrero (n. 1941) e Ivonne Pini, la uruguaya radicada en Colombia, desarrollaron la magna investigación “La experimentación en el arte colombiano del siglo XX”. Interesadas por recuperar las apuestas que representaron el inicio y la consolidación de un arte conceptual en Colombia, ambas estudian aquellos artistas y obras próximos a planteamientos de este tipo, los cuales, aunque no fueran explícitos, marcaron un precedente definitivo para la generación siguiente. Sin duda, es a partir del trabajo en tres dimensiones que surge una etapa de experimentación con nuevos materiales; asunto que se torna evidente en el capítulo reseñado.  

A lo largo del documento, Guerrero y Pini revelan que en Colombia lo que acontece primero es la experimentación con materiales; hecho que no implica necesariamente un cambio desde el punto de vista conceptual. A seguir, viene una etapa donde la noción de “concepto” de la que se parte es clave para consolidar el nacimiento de propuestas relacionadas con el arte de proceso, las acciones, el arte con materiales baratos y nuevos experimentos con lo geométrico, entre otros. Por su contenido, los comienzos de la experimentación es un capítulo que brinda un mapa útil de las apuestas plásticas que representaron el momento de transición al que se ha hecho referencia en párrafos anteriores y, asimismo, porque deja entrever la independencia con la que cada artista desarrolló su trabajo es decir, que no es posible encontrar similitudes en las formas resultantes de sus experimentos. Se sabe que en Colombia han sido escasos los grupos o colectividades artísticas; por lo tanto, sólo en la década de los setenta será cuando surjan propuestas tales como las de El Sindicato o bien del Grupo 44, ambas referidas en el aparte “El arte colombiano busca el concepto” [véase doc. no. 1130950] que cierra la investigación de Guerrero y Pini.

Ivonne Pini es historiadora del arte, especializada en Latinoamérica. Es docente e investigadora, editora ejecutiva de la revista Arte en Colombia. Sus publicaciones más conocidas son: Fragmentos de memoria, los artistas latinoamericanos piensan el pasado (2001) y En busca de lo propio: inicios de la modernidad en el arte de Cuba, México, Uruguay y Colombia (2000). A su vez, María Teresa Guerrero fue la creadora en 1982 del Programa de Textiles y Talleres Artísticos de la Universidad de Los Andes; es autora del libro Historia del arte textil contemporáneo en Colombia (entre otras publicaciones) y fue subdirectora de la Galería Santa Fe. Continúa activa (2010) en el campo tanto de la investigación como de la curaduría.