“En palabras de Negret” es parte de un extenso texto (inédito) llamado “Negret. Secretos de un itinerario” del periodista cultural colombiano José Hernández (n. 1955). Este fragmento del texto está compuesto por una serie de segmentos de una conversación habida entre Hernández y el escultor colombiano Édgar Negret (1920?2012). Es de particular interés porque, al ser el propio artista quien habla, el lector se aproxima sin intermediarios tanto a sus ideas como a sus reflexiones alrededor de diversos temas. Un tema tratado en el texto es especialmente llamativo: las declaraciones de Negret sobre su encuentro con el interior de la escultura, su descripción de cómo llegó a comprender que ese meollo (el espacio interior de una pieza) es tan importante como el exterior.
La discusión que se da en esta conversación alrededor de la exploración espacial en la escultura es clave para comprender una de las características medulares de la obra del colombiano. Pocos textos dentro de la bibliografía en torno a la figura de Negret dedican tanto espacio a discutir el tema del “interior” y del “exterior” de la pieza escultórica como este. Negret menciona la influencia que ejerció sobre él el escultor de origen vasco Jorge Oteiza (1908?2003), sobre todo en lo relativo a este encuentro con el “espacio interior”. Además de sus consejos, Oteiza fue quien aproximó a Negret al trabajo del escultor inglés Henry Moore (1898?1986), quien “estaba abriendo huecos que son estéticos y que pertenecen a la escultura y no al espacio exterior”. Esta idea definiría definitivamente todo el futuro de Negret en el campo artístico.
Además de la influencia de Oteiza y Moore, Negret explica cómo el contexto histórico de su primera época como escultor permitió la existencia de una preocupación por “el interior” de las cosas: “Cada época trae sus inquietudes. A finales de los años cuarenta —que para mí fueron definitivos—, la humanidad buscó el sentido espacial de las cosas. Einstein sí transformó el mundo. Con él surgió una gran desconfianza por las cosas cerradas. Descubrir que había que liberar la potencia del átomo, también se tradujo en escultura. De pronto se pensó que su interior, que nos era desconocido, podía ser tan rico y poderoso como el del átomo”.
“En palabras de Negret” es un texto clave para comprender su trabajo escultórico, pues permite que el lector comprenda una de las características capitales de su obra: el manejo equilibrado del espacio escultórico. Es muy llamativo que sea el mismo artista quien explique las maneras en que llegó a cuestionarse en torno a este problema; inclusive las razones y causas que lo llevaron a resolverlo plásticamente.