El documento es pertinente pues, a partir de la obra La incapacidad adquirida de escapar del artista colombiano Guillermo Marín (n. 1970), el crítico y curador colombiano José Ignacio Roca (n. 1968) genera un breve discurso en torno al componente efímero de un acto: tanto la especificidad espacial y temporal de la acción como la referencialidad o posicionamiento crítico del performance con respecto a la historia del arte. Inédita en el momento de la escritura (y que permanece desconocida en un gesto del autor por no develar al público el evento), la obra le permite plantear, de manera contundente, la “puesta en presencia” como acto que —contaminado por la distancia temporal y por las imperfecciones en la traducción cultural— actúa a manera de reflexión crítica sobre los intereses del performance y de la documentación de un evento de tal índole.
Es de especial interés la decisión de no incluir ningún tipo de descripción del acto como un gesto de credibilidad en el artista; y esto teniendo en cuenta que la realización del catálogo es posterior a la exposición. El autor postula las referencias a los performances Light/Dark (1977) de la serbia Marina Abramovic; Salto al vacío (1960) del francés Yves Klein; y Escultura cantarina (1970) del dúo británico Gilbert & George. Con ello, Roca señala que estas se han tornado íconos de la práctica gracias al documento fotográfico —muy a pesar de que estos no den cuenta de la experiencia de las obras. Así, el autor apunta fehacientemente a la importancia de la acción que Marín realizaría como punto de acceso a la lectura de la historia del arte de su cuño propio. Trátase de un gesto íntimo que se torna público; es, incluso, una visión crítica hacia la forma en que nos acercamos a los documentos de registro, colocando el “aquí y ahora” performáticos en el texto, permitiéndole al acto aparecer sólo en su espacio y contexto específico. La acción que Marín realizó consistió en una relectura de las tres obras a las que Roca hace referencia.