Este artículo escrito por el crítico vienés e historiador de arte, Walter Engel (1908–2005), con motivo de la exposición de pinturas del artista de orígen alemán Guillermo Wiedemann (1905–69) en las Galerías de Arte (Bogotá), plantea varias interrogantes compartidas por los autores que se refieren a este período del artista. Al respecto, cabe destacar que el autor del texto —exiliado de la guerra europea y radicado en Colombia desde 1938, tras la Anexión de Austria— comparte estas mismas condiciones con quien escribe, Wiedemann, otro proscrito de la debacle europea, llegado al país en 1939.
Todas estas preguntas señalan la condición de extranjero de Wiedemann, quien se vio conmovido por la exuberancia del paisaje tropical colombiano vivida en sus viajes por el Río Magdalena, la Costa Atlántica y la Pacífica. Se hace la valoración de su obra ya sea como representación de motivos exóticos de este territorio y sus habitantes, o bien como propuesta concentrada en el ejercicio cromático y constructivo. Al respecto, hay la opinión generalizada de que la experiencia en Colombia le permitió a Wiedemann explotar un estilo personal auténtico, dada su relación intensa con los motivos de inspiración. Otro problema referido en el artículo, es el modo como su propuesta pictórica (desarrollada en este país) refleja conocimiento de las tendencias europeas de vanguardia —entre estas, el impresionismo francés y el expresionismo alemán—, indicándose que su mirada sobre el territorio colombiano plantea una posibilidad de hibridación entre experiencias culturales distintas. Todas estas serían, pues, observaciones características del marco de expectativas de un período de consolidación de la crítica modernista.