En su artículo de 2005, el crítico de arte brasileño Rodrigo Naves hace un balance del desempeño del economista, banquero y coleccionista Edemar Cid Ferreira, focalizándolo como “portavoz” del arte brasileño en los mercados nacional e internacional. Traza su meteórica trayectoria que lo convierte, en 1993, en presidente de la Fundação Bienal, el cual, en tres lustros, se convertirá en un personaje medular de las artes plásticas en Brasil. El articulista defiende la hipótesis de que el banquero se haya acercado al mundo del arte en busca de prestigio, librándose así de la mancilla de una imagen vinculada a políticos corruptos o transgresores de la ley, al mismo tiempo que lo usaba como “palanca” para promover sus actividades comerciales. Naves analiza la creación de la Associação Brasil 500, las bienales paulistanas XXII, XXIII, XXIV y XXV (de 1994 al 2002), y el innegable aumento de público que concurría a tales eventos. Finalmente, se hace una evaluación negativa de dichas transformaciones bienales, así como de las muestras realizadas bajo la responsabilidad de la asociación antes mencionada, lo cual, a su juicio, vino a perjudicar la comprensión de la gran diversidad de manifestaciones involucradas.  

En cuanto crítico de arte y profesor, Rodrigo Naves (n. 1954) pondera la actuación de Edemar Cid Ferreira (n. 1943) —banquero brasileño enjuiciado y preso en 2005 por lavado de dinero, asociación ilícita y evasión de impuestos— como gran personaje de las artes plásticas en Brasil. Hace una profunda reflexión sobre la opción del banquero en tornar las artes plásticas en el foco direccional de su “mecenazgo”, ya que todavía son consideradas como un campo elitista. Naves juzga que el banquero hizo más mal que bien a las artes plásticas brasileñas y que ese medio es demasiado débil para mostrar cualquier tipo de relevancia social.

El propio Cid Ferreira, en el texto introductorio al catálogo de la muestra Côte à Côté: art contemporain du Brésil [Arte contemporáneo en Brasil: lado a lado], realizada en Burdeos, y origen de algún modo de Brasil 500, realizada en 2000 por la empresa BrasilConnects de propiedad suya, exalta la producción artística de su país con objeto de valorizarla como producto de exportación nacional, una gran polémica que, hasta hoy, es causa de controversias en Brasil.

Historiador del arte, crítico, profesor universitario e, incluso, escritor de ficción, Rodrigo Naves ha sido el editor del suplemento Folhetim, de la Folha de São Paulo, así como de la revista Novos Estudos. En la actualidad, dirige el proyecto editorial Espaços da Arte Brasileira para la editora Cosac Naify.