Artículo escrito por el crítico de arte Agnaldo Farias sobre la primera muestra individual del pintor Caetano de Almeida, en la galería Thomas Cohn, en Río de Janeiro (1989). Tras reconocer la familiaridad de los asuntos que indaga este pintor con las obras de Nelson Leirner y Regina Silveira, el crítico plantea la presencia de un tenor erótico, visceral y abyecto en su trabajo. Farias señala dos facetas en la obra de Caetano: una es el logro del “objeto artístico autorreferente”, o sea, “la vida plasmada a partir del cuerpo a cuerpo que se desencadena entre el artista y los elementos con que opera”; la otra, implica el desplazamiento de “la representación que se fundamenta en la materia icónica para [producir] el recorte metonímico”. Esto se debe tanto a la pluralidad de gestos como al descubrimiento de la materialidad, los cuales llevan a que Caetano abandone el soporte plano y el tratamiento temático.

Caetano de Almeida es parte de la Geração 80 que irrumpe bajo el estigma antivanguardista o poco experimental del “regreso a la pintura”, aunque, en su caso, se da una trayectoria de tipo alternativo. Sus propuestas giran en torno a la citación y a los universos de la parodia y del kitsch, ahí donde se cuestionan los límites entre el original y la copia.

Agnaldo Farias es curador independiente y profesor de la FAU-USP (Faculdade de Arquitetura e Urbanismo da Universidade de São Paulo). Sus primeras publicaciones de crítica de arte datan de los ochenta, convirtiéndose, con el paso del tiempo, en un interlocutor medular del arte actual brasileño. En los noventa, fue curador del MAM-Río, llegando a ser el curador de la representación brasileña durante la 25ª Bienal de São Paulo y, posteriormente, curador general del la exposición Bienal 50 anos (2001). Es autor de diversos libros como The Piano Factory (sobre la obra del pintor Daniel Senise); Arte Brasileira Hoje (2002); y la monografía de Amelia Toledo: as naturezas do artifício (2004).

Las investigaciones sobre la potencialidad tanto metafórica como simbólica del cuerpo (sobre todo el femenino) se hace sentir de modo intensísimo durante el período de los ochenta, según lo identifica Aracy Amaral en su panorama histórico “Espelhos e sombras” [véase doc. no. 1111060]. Por otra parte, Ricardo Basbaum propone la aplicación de una teoría de mayor rigor en torno a la propuesta pictórica producida en esa década marcante en “Pintura dos anos 80: algumas observações críticas” [doc. no. 1110972].