Además de haber sido uno de los curadores de la Primera Bienal de São Paulo (1951), el crítico de arte, historiador y curador Walter Zanini (1925−2013) fue el primer director del Museu de Arte Contemporânea (vinculado a la USP), cargo que ocupó de 1963 a 1978, donde se destacó por incentivar la producción de nuevos artistas así como de aquellas manifestaciones artísticas que eran marginalizadas: desde propuestas tecnológicas al arte conceptual, pasando por el uso de los multimedios a través de poéticas visuales. Fue también profesor de la ECA-USP (Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo).
El texto trae a colación la búsqueda de aspectos locales aunada a la experiencia regional con este conjunto de artistas de Pernambuco seleccionado por el profesor Zanini, el cual, a su juicio, representa una veta de continuidad de la obra de Joaquim y Vicente do Rego Monteiro, Cícero Dias y Lula Cardoso Ayres, artistas pernambucanos modernos interesados en asuntos de arte popular e indígena. Dias y Ayres comparten un período de indagaciones sobre el arte abstracto entre las décadas de los cincuenta y sesenta. Por otra parte, el nexo entre Abelardo da Hora y los artistas escogidos por Zanini proviene desde los años cincuenta, cuando Samico, Virgulino y José Cláudio establecen un taller, el Ateliê Coletivo, dirigido por da Hora entre 1952 y 1957. En el Ateliê se alimentaba un interés sobre las artesanías y temas de cuño local, obviamente en la SAM (Sociedade de Arte Moderna) de Recife, cuya propuesta era acabar, de una vez por todas, con la educación académica existente en el estado de Pernambuco. Azevedo es el único artista de otro estado (Bahía), aunque residía en Recife. “Tiago”, a su vez, debe ser Tiago Amorim, colega del artista João Câmara Filho.